El programa Tiempo de tomas, ayer contó con un importante invitado: Mario Aguilar, dirigente nacional del Colegio de Profesores, quien, en medio de una agitada semana política y mediática, se detuvo a explicar ciertos temas complejos, respecto de las demandas propias del profesorado. Como también de las luchas relacionadas a la reforma educacional en general.
Análisis de los principales ejes de la reforma, planteados en el proyecto del Gobierno
“Uno de los carteles que más se aprecian en las marchas, tanto entre los docentes como en los estudiantes, es no a la falsa reforma. Y es bien interesante, porque en realidad la percepción que se tiene desde el mundo social, es que la reforma no tiene la profundidad que se requiere. Porque lo que ha demandado el movimiento social -en completa sintonía con el apoyo ciudadano-, son cambios de fondo que signifiquen sacar a la educación de una concepción de mercado, para devolverla a una concepción de derecho social. Hasta ahora se conoce sólo un proyecto, muchos anuncios, pero sólo un proyecto que dice fin al lucro, fin al copago y fin a la selección. Empiezas a analizar punto por punto y no te queda la seguridad de que efectivamente esos proyectos garanticen que se va a terminar con el lucro, con el fin al copago y la selección.
Fin al lucro: significa que ahora los sostenedores de los colegios particulares subvencionados van a tener que convertirse en personalidades jurídicas, sin fines de lucro. Pero ocurre que en Chile -país del resquicio, de hecha la ley y hecha la trampa- que la sola formalidad jurídica se trasladarse de una sociedad ltda. a una anónima, sin fines de lucro, no garantiza nada. El mejor ejemplo que les voy a poner, es que la Universidad del Mar era una institución sin fin de lucro. Legalmente, quien administraba la Universidad del Mar era una personalidad sin fin de lucro. Y todos sabemos que la Universidad del Mar se llevó el lucro al extremo y al escándalo; inversiones en Miami, en paraísos fiscales, por lo tanto la mera formalidad jurídica no lo garantiza. Y cuando tienes una norma que solamente declara o apunta a esa formalidad jurídica, pero no otorga atribuciones a los entes fiscalizadores del Estado, ni sanciones efectivas ni severas a quienes sancionen esa norma, te puedes anticipar a que eso va a ser violado y que esto va a seguir siendo un negocio donde se van a buscar resquicios y triangulaciones de distintos mecanismos, con los cuales se pueda sostener (el lucro).
Fin a la selección: es una demanda que hemos tenido siempre, tal vez sea, de todo lo que se ha presentado hasta ahora, donde más uno podría coincidir. Sin embargo, también tiene una serie de problemas; no considera bien el tema de los colegios emblemáticos, no está asegurado el mecanismo a través del cual se aseguraría, pero bueno, dentro de todo es el menos cuestionable.
El fin al copago: ese si que es un tema realmente muy sorprendente. El copago significa en el fondo esto del financiamiento colectivo -creado por la Concertación-, donde el colegio particular, además de recibir la subvención del Estado, recibe un copago de las familias, que hoy día puede alcanzar hasta 85 mil pesos mensuales. Osea hay muchos colegios que reciben la subvención del Estado más 85 mil pesos al mes por alumno, lo cual es un ingreso bastante significativo.
Se dice que se va a poner gradualmente fin al copago, pero el Estado va a poner la diferencia. Es decir, si la ley va disminuyendo el monto en un determinado plazo, pero a su vez el Estado les va a poner esa diferencia, ¿cuál es el problema para el sostenedor privado y para el negociante de la educación, si esto va a seguir siendo el tremendo negocio?
Desde el slogan a determinadas demandas, esto apunta a fin al lucro o fin al copago. Pero cuando conoces el proyecto de ley te das cuenta de que eso se hace ambiguamente, o se hace superficialmente. En el fondo, más que a cambiar la educación con una lógica de mercado a una como un bien social, se está regulando el mercado. No se apunta a que el Estado se haga responsable efectivo y directo a la gestión de las escuelas públicas, sino que se apunta a unos híbridos, que la experiencia muestra que no son ni públicos ni privados, más bien corporaciones locales.
Desde el slogan a determinadas demandas, esto apunta a fin al lucro o fin al copago. Pero cuando conoces el proyecto de ley te das cuenta de que eso se hace ambiguamente, o se hace superficialmente. En el fondo, más que a cambiar la educación con una lógica de mercado a una como un bien social, se está regulando el mercado. No se apunta a que el Estado se haga responsable efectivo y directo a la gestión de las escuelas públicas, sino que se apunta a unos híbridos, que la experiencia muestra que no son ni públicos ni privados, más bien corporaciones locales.
La reforma partió mal, porque debió partir por fortalecer la educación pública. Se cometió un error grave, lo que es casi un consenso en el país. Se está pensado para más adelante, pero es un tremendo error o un gran interés. El proyecto que está impulsando el gobierno va a terminar por matar la educación pública. Así de grave es lo que pasaría. Porque la educación pública actualmente está llena de problemas.
Entonces, cuando se pone fin al copago y se avanza a la gratuidad completa del sistema particular subvencionado, hay familias que están hoy día en el colegio municipal gratuito y el colegio de la esquina, que cobraba 35 mil pesos, pasa a gratis. ¿Qué va a ocurrir?, se va a ir la matrícula del municipal al subvencionado, porque le van a llegar ofertones y mucho marketing para captar a esos alumnos. La reforma debió partir por el fortalecimiento de la educación pública, por la desmunicipalización, por un Estado que se haga cargo, por una inyección de recursos, por un afán de la recuperación de la educación pública como algo inmediato, urgente. Y luego de diseñado eso, implementado eso, meterse con el mundo particular subvencionado. Entonces ahí hay un error estratégico muy grave, que tiene esta consecuencia”.
Respecto de la responsabilidad estatal y del mercado, en materia de educación
“Cuando uno va a otros países y explica lo que se está peleando en educación, ellos se quedan sorprendidos, porque lo que se está peleando es muy básico. No hay un sólo país en el mundo en que la educación se haya mercantilizado tanto, no hay. Busca cualquiera y no hay. Esto a partir de los informes de la OSD, que sabemos es un organismo pro mercado que, durante distintos años estudiando la realidad de la educación chilena, ha diagnosticado que su lógica de mercado es excesiva. Que sus criterios de mercado con los que se regula, son excesivos. Entonces cuando se quiere trasladar la educación del sector privado al público, y quieres que el Estado se haga responsable, en realidad lo que estás haciendo es algo elemental, que es un contrapeso a una educación que se desbalanció en exceso.
Pasar todo al poder del Estado no garantiza necesariamente ni democracia ni participación, ni todo lo que nosotros realmente aspiramos. Fíjate que los estudiantes secundarios han acuñado una frase que es bien interesante: Educación estatal con control comunitario y avanza justamente en la dirección que apuntamos. Efectivamente hay que avanzar en Chile sin poner por delante ese Estatismo centralista, sino que más bien, un Estado que entrega las condiciones necesarias para que la educación pública se desarrolle abiertamente, donde las comunidades se van comunicando cada vez más para que ellas gestionen. Perfectamente en Chile se puede tener un curriculum nacional, con un porcentaje de las horas de clase, y una parte del curriculum que las propias comunidades completen. Por qué una comunidad mapuche no puede tener derecho a incorporar dentro de sus planes y programas elementos propios de su cultura, de su lenguaje, de sus tradiciones. O que una región incorpore temas propios de su geografía…Ese es el camino, para allá hay que ir”.
Sobre la votación nacional docente que rechazó las soluciones sobre la Agenda corta.
“Hay un Gobierno que no está captando bien el sentir del mundo social. Y hay una conducción del Colegio que está bien conectado con la Nueva Mayoría (digamos la presidencia y quienes son la mayoría dentro del directorio), que tampoco sintonizó bien con el sentir de los profesores y propuso que llegáramos a un acuerdo con lo que propuso el ministerio sobre Agenda Corta, que fue bastante mezquino, .
Se le llamó Agenda Corta porque eran temas urgentes, propios del profesorado, que requerían respuestas rápidas y que no necesariamente van en el contexto de la reforma mayor. Para diferenciar esas demandas específicas con la demanda mayor, se le llamó Agenda Corta. En ella habían cinco puntos: la deuda histórica, la situación de contrata, el agobio docente, el incremento del ingreso mínimo docente y del bono al retiro. Dentro de esa Agenda Corta, el Gobierno respondió de manera insatisfactoria y lamentablemente.
Respecto del tema de la deuda histórica, el Gobierno hizo algo impresentable, y es que simplemente no respondió. Es decir, trató de silenciar el tema. El Gobierno no se dio cuenta, no percibió lo sentido que es para el profesorado el tema de la deuda histórica, que tiene una carga simbólica y afectiva muy fuerte. En los años ochenta, en periodo de la dictadura, cuando los profesores pasaron de fiscal a municipal, se había decretado una asignación para los trabajadores fiscales que, según el decreto 35 51, significaba un incremento salarial para compensar las duras pérdidas que habían sufrido por la crisis económica. Y los profesores, al trasladarse a la educación municipal, no fueron beneficiados de esa asignación y se fue acumulando una deuda que, en plata de hoy, serían unos 250 mil pesos mensuales, que no se los pagaron habiendo decretado que los profesores eran beneficiados de esa norma. Entonces se fue acumulando una deuda que a estas alturas es sideral, y de hecho es tan sideral, que incluso los profesores afectados piden hoy una reparación, una compensación.
Hay un informe oficial legislativo, un poder del Estado que investigó el tema en el 2009, donde se reconoce que la deuda histórica es real, que, aunque está prescrita, moralmente el Estado tiene esa deuda y propone una solución. El gobierno hoy día pretendió silenciar el tema, taparlo, sepultarlo a través de una no respuesta y así lo interpretamos los profesores.
Y en los otros cuatro puntos, la respuesta fue totalmente inconsistente y ambigua, de manera tal que no satisfizo nuestras demandas. Por ejemplo, el caso de los miles de profesores a contrata, que trabajan en muy malas condiciones y que año a año tienen que ver si les renuevan o no, lo que es muy injusto y abusivo. De repente un profesor estuvo durante 15 años a contrata y se va sin nada, porque ni siquiera tiene derecho a una indemnización.
Lo que los profesores han dicho claramente es que no están de acuerdo con las respuestas que se estaban dando. En ese sentido hay una derrota del Ministerio de Educación. Hay también una gran derrota del presidente que no leyó bien el sentir de los profesores y los profesores se lo hicieron ver. Ahora lo que corresponde es forzar al Gobierno a que vuelva a poner una mesa de negociación, porque estos temas son urgentes y requieren solución. De ninguna manera nos vamos a quedar conformes con que el Gobierno suponga que, porque rechazamos este acuerdo, no queremos ningún acuerdo más. Lo que tenemos que hacer es exactamente lo contrario; es que el Gobierno entienda que el profesorado no está conforme y quiere soluciones reales.
Si hacemos una conclusión importante, es que esa estrategia fracasó (alianza del Colegio con la clase política) y lo que hay que hacer ahora es retomar la estrategia correcta; que es junto al movimiento social, junto al movimiento estudiantil y, desde ahí, hacernos fuertes para interpelar a la clase política. Y no aliarse con la clase política, que fue la estrategia que fracasó.
A partir del mundo estudiantil y del Colegio de Profesores, hay que rearticular y reforzar la alianza estudiantes-profesores y mundo social, en general. Eso ha quedado dilucidado en esta consulta del profesorado. Está claro que la clase política funciona con presión social. Si aquí vamos a conseguir reforma, es en la medida que el mundo social se movilice se active, se empodere y demuestre una suficiente capacidad de presión. No va a ver otra forma de conseguirlo y eso es lo que hay trabajar urgentemente. Para eso debemos fortalecer nuestros vínculos con los estudiantes, que estaban debilitados. Los estudiantes también están seguros de que tampoco pueden solos.
Aquí hay un cambio cualitativo importante, porque el profesorado entiende que al decir rechazo se pone ahora en una actitud movilizadora, mucho más fuerte que la que tenía hasta hoy. Porque estuvo contenido a través de esta otra estrategia, que suponía que la alianza con la clase política era el camino. Si rearticulas un movimiento social que está unificado y convergente, cambias el cuadro. Se dice que llevamos años peleando y no se ha conseguido nada. Se ha conseguido mucho en términos de educación en nuestro país. Hasta hace cinco años atrás el lucro era lo más normal, se hablaba de la industria educativa, y hoy día el lucro es despreciado por la mayor parte de la ciudadanía. Ahora, no se ha logrado concretar eso en políticas efectivas y definitivas. Y esa es la lucha que tenemos hoy, concretar las demandas de manera efectiva”.
Respecto de la calidad
“Hemos hablado tanto sobre temas administrativos y financieros que se nos olvida que para que haya una verdadera reforma educacional, tiene que haber una reforma del curriculum. Porque el curriculum también es economisista, también tiene una concepción de mercado implícita. Y nosotros tenemos que salir de esa concepción para ir a una concepción de calidad, pero una idea de calidad en un sentido mucho más integral; de desarrollo humano integral. Y esa discusión ha estado pendiente, porque hemos estado muy cargados en esto otro, pero es el gran tema que viene”.
“Hemos hablado tanto sobre temas administrativos y financieros que se nos olvida que para que haya una verdadera reforma educacional, tiene que haber una reforma del curriculum. Porque el curriculum también es economisista, también tiene una concepción de mercado implícita. Y nosotros tenemos que salir de esa concepción para ir a una concepción de calidad, pero una idea de calidad en un sentido mucho más integral; de desarrollo humano integral. Y esa discusión ha estado pendiente, porque hemos estado muy cargados en esto otro, pero es el gran tema que viene”.
* Texto tomado de publicación de la pagina del Partido Humanista