21 jul 2014

El abogado constitucionalista Fernando Atria en Tiempo de tomas

En nuestro programa 'TdeT' tuvimos de invitado a Fernando Atria, abogado constitucionalista, referente obligado cuando tocamos los temas de Asamblea constituyente. Profesor de las universidades de Chile y Adolfo Ibáñez y autor de varios libros. Nuestros panelistas de siempre @tomashirsch, @efren_osorio y @fgarcian

16 jul 2014

De cara a la gente, de espaldas al parlamento





“De cara a la gente, de espaldas al parlamento” fue la frase que orientó a Laura Rodríguez Riccomini en 1990 al asumir como diputada por el Partido Humanista en los distritos de Peñalolén y La Reina. Desestabilizó al Congreso Nacional planteando los temas tabú para la sociedad chilena de aquella época; algunos están todavía en tabla, trabando la comunión de la diversidad y restringiendo el derecho de elegir sobre la propia vida: el divorcio vincular, los derechos de la mujer, el aborto, los derechos de los pueblos originarios, de la salud y la educación pública. Promovió la no-violencia al punto de formular un proyecto de ley para cambiar el lema del escudo nacional, luchó contra la demagogia con una Ley de Responsabilidad Política que, evidentemente, no tuvo mayor apoyo de sus pares. 
Antes de su fallecimiento, el 18 de Julio de 1992, mientras avanzaba un cáncer incurable, debatió por los medios de comunicación sobre la muerte, la finitud de la vida, algo que, silenciado, es lo único cien por ciento seguro para todos los seres humanos.

En esta edición recogemos sus columnas, conferencias e intervenciones anteriormente editadas en el libro A quien quiera escuchar (1994), un extracto del libro El virus de altura que escribió junto a Juan Chambeaux (1995), además de una selección de entrevistas en medios sobre el tema de la muerte del cuerpo como ella la concibió.

El lanzamiento será realizado en el Salón de Honor del Ex Congreso, en Catedral 1158, Santiago, el día viernes 18 de julio a las 19:00 hrs.

Presentarán el libro Rosa Ergas, directora de la Fundación Laura Rodríguez, Vlado Mirosevic, Diputado, y Simón Ergas de La Pollera Ediciones.

15 jul 2014

La distancia entre el virus de altura y la coherencia




Dice Andrés Zaldívar: “ciertos acuerdos no pueden hacerse de cara a la opinión pública”. No pude dejar de recordar al Kiko, personaje de la serie El Chavo del Ocho cuando saltando repetía  “Chusma, chusma, no te juntes con la chusma”.

En nada difieren las palabras del senador y las del Kiko. Uno chillón, el otro con un tono solemne, profundo y pausado propio de los salones que frecuenta, sienten exactamente lo mismo: desprecio por los demás.

Luego del impacto inicial ante tal desprecio por la democracia de quien se define como “demócrata” y cristiano, me pregunto, ¿Se referirá el senador al acuerdo de la DC y los golpistas del 73 con Estados Unidos para derrocar a Allende y destruir la democracia en Chile? ¿O tal vez se refiere a los acuerdos secretos de algunos con Pinochet para asegurarse que “todo cambie” solo para que todo siguiera igual? ¿Estará hablando del acuerdo para no recuperar el cobre, para mantener las AFP, para privatizar el agua? ¿Se referirá tal vez a los acuerdos, también secretos, para no investigar los cientos de casos de corrupción de los últimos 24 años y dejarlos sin sanción? ¿Quizás se refiere a los acuerdos de hace unos años para aprobar la Ley de Pesca que favorecía directamente los intereses de sus familiares y amigos?

¿En que habrá estado pensando? Seguramente en todo eso y en mucho más.

Al escuchar al senador vienen a mi memoria las palabras de Laura Rodríguez, quien fuera la primera diputada Humanista en 1990 y de quien conmemoramos este viernes 22 años de su prematura muerte. Laura escribió un brillante ensayo llamado “El virus de altura”, que forma parte de su libro “a quien quiera escuchar” y que será presentado este viernes 18 en el ex congreso nacional. De ese texto recojo solo unas pocas líneas que parecerán escritas hoy:

“…He podido comprobar una y otra vez cómo las personas frente al poder se transforman. Quien ya no tiene problemas de estacionamiento, ni tiene necesidad de ir al supermercado, quien recibe trato especial en todo momento, no es la misma persona que cuando no contaba con todos estos privilegios. Los cambios externos producen modificaciones internas.

Este cambio de la personalidad que se produce con el poder es el llamado “virus de altura”. Tiene las características de virus porque es esencialmente contagioso.

Su contagio acecha en las esferas de poder, en los caminos para alcanzarlo, en el contacto con poderosos. No solamente amenaza con su contagio en los ámbitos políticos, sino en cualquier actividad humana en donde se genere cierto grado de concentración de poder en alguna persona.

Los síntomas del “virus de altura” son de distinta especie. Por una parte se lo experimenta en el pecho como una suerte de escozor que da la sensación de amplitud y de dominio. Por otra parte se produce una amnesia brutal, convenciéndose que todos los logros que uno ha tenido han sido única y exclusivamente gracias a las propias aptitudes, olvidando el camino recorrido y cuantos colaboraron en él. Es de altura porque la sensación generalizada es de estar por encima de todo, especialmente por sobre las pequeñeces cotidianas de los seres humanos vacilantes y sufrientes. Se está y se existe solamente para lo importante, para lo elevado, lo “divino”. Se está en el Olimpo….”. Y luego continúa con su descripción.

Escucho al senador explicando desde lo alto que no se pueden discutir las cosas a la vista de todos. Y no me cabe duda que mientras se acomodaba en uno de los mullidos sofás de la casa de algún dirigente de la Sofofa y sorbía lentamente su whisky, pensaba en lo importante que era ÉL (así con mayúsculas) para salvar a la patria de tanta chusma enardecida que pretendía opinar y participar de los cambios.

Y como un eco escucho ahora al ministro Eyzaguirre explicando desde su propio altar que no se puede legislar con la calle. Es que tal como decía Laura, una de las principales características del virus de altura es que es altamente contagioso.

Algunos le llaman a lo sucedido el retorno de la política de los consensos. Más allá del nombre que se le dé, el tema de fondo aquí es que una vez más se privilegian los acuerdos de cúpula a espaldas de la ciudadanía. Una vez más se desprecia de las aspiraciones de la mayoría para privilegiar los deseos e intereses de un muy poderoso lobby empresarial que consigue de esta manera imponer su voluntad. Todo termina en un nuevo abrazo cupular, en el que solo por pudor no levantaron las manitas, para evitar repetir el patético espectáculo de la Ley General de Educación LGE.

Reviso el libro de Laura próximo a ver la luz y no puedo dejar de impactarme por lo actual de sus demandas y propuestas. Los derechos de los pueblos originarios, de las trabajadoras de casa particular, de los portadores del VIH, de las minorías sexuales, de los trabajadores de la salud son todos proyectos de ley que presentó hace más de 20 años y que siguen como aspiración. La educación como un derecho, la anulación de la Ley de amnistía, la ley de responsabilidad política, la igualación de sueldos entre diputados y el normal de los trabajadores del país, son propuestas por las que luchó inagotablemente. Y sobre todo, sobre todo, habló y luchó por abrir las puertas de la participación, de la paridad, entendiendo tempranamente que Chile somos todos y no solo unos pocos privilegiados habitantes de los salones imperiales.

¡Qué distancia entre la incoherencia de quien se ufana orgulloso de negociar con los dueños de este país, escondido de la gente, y la coherencia de quien legisló de cara a la gente y de espaldas a los poderosos!



Tomás Hirsch /15/Julio/2014

Columna publicada en radio.uchile.cl

14 jul 2014

TdT: CLIP Un Diálogo Humanista Sobre El Conflicto En Gaza



La Coherencia Politica de Laura Rodriguez

El día viernes 18 de julio a las 19:00 hrs.,(al cumplirse un año mas de la partida física de Laura Rodríguez) será el lanzamiento de la re-edición de su libro, "A quien Quiera Escuchar " el que se efectuará en el Salón de Honor del Ex Congreso, en Catedral 1158, Santiago : De esto se habló en el programa con Dario Ergas.
También se habló del conflicto en Gaza, de los acuerdos del gobierno sobre la Reforma tributaria, discutidos en los livings empresariales de Las Condes, y otros temas.


8 jul 2014

Ahora desde Radio U de Chile, Tiempo de tomas

Primer conversatorio emitido por Radio U de Chile, todos los Lunes a las 20 hrs.
Participantes estables: @tomashirsch, @fgarcian y @eosorio
http://radio.uchile.cl/
102.5 FM



Bachelet comete un error ético



En relación al anuncio realizado por la Presidenta Michelle Bachelet respecto de la decisión de impugnar al Tribunal Internacional de La Haya, creemos que ha cometido un grave error al negarle competencia a este tribunal como árbitro en el conflicto con Bolivia. Un error que no ha sido sólo de ella,  sino también del canciller, de los expresidentes de la república y de los presidentes de los partidos políticos a los que consultó.

El Tribunal Internacional de La Haya es el resultado de un acuerdo internacional del cual Chile es firmante y como tal se ha comprometido a respetarlo. Es un acuerdo de arbitraje en el que si una de las partes lo rechaza, queda anulado en su autoridad por ese sólo hecho. Los acuerdos son acuerdos, mientras así lo queremos. Impugnarlo puede llevar a un éxito de corto plazo “y salirme con la mía”, pero con esa acción no hemos resuelto nada y postergamos un problema que se nos vendrá encima en el futuro cercano o lejano y que se nos puede volver en contra cuando cambie la relación de fuerzas. Esto es algo perfectamente posible ya que el contexto internacional de Estados Unidos o Brasil pueden variar y éstos u otros países pueden tener y buscar imponer intereses geopolíticos distintos a los de hoy. ¿En ese momento podremos recurrir a los acuerdos internacionales para velar por la justicia?

Esta decisión de la presidenta es un mal ejemplo para los chilenos que necesitamos modificar los acuerdos internos tomados al amparo de la violencia y de la ilegitimidad; necesitamos reformar la educación, el sistema económico y la Constitución a pesar de haberlos avalado con anterioridad. Imponer el inmovilismo que reclama la presidenta por el tratado de 1904, es presionar la historia y forzarla. Esto no lleva a nada bueno.
Mala señal también la que da Chile al mundo. Una vez más nuestro país busca apartarse de los caminos de diálogo y de acuerdo jurídico, apareciendo ante el mundo como poco proclive al fortalecimiento de las relaciones con sus países vecinos. En un mundo que avanza hacia la integración regional no son buenas estas reacciones que nos aíslan cada día más.

Este tema no afecta sólo a los gobiernos, afecta a los conceptos éticos de los habitantes. Así como actúa el gobierno con sus vecinos, actuarán los vecinos con sus vecinos. ¿Acaso impugnaremos una autoridad consensuada cada vez que una de las partes se siente perjudicada?

Queremos resaltar la importancia de contar con Instituciones Internacionales como el Tribunal de La Haya ya que son justamente estos acuerdos los que permiten la resolución de conflictos entre países en forma razonable a través de caminos jurídicos y no con el uso de la violencia como sucedía habitualmente.

Este error puede ser sólo compensado si se inicia una política de diálogo proactivo con Bolivia y con Perú, para llegar a una solución consensuada, definitiva y plebiscitada por los pueblos. Esto es un llamado, no al gobierno, que al fin y al cabo es sólo un síntoma de nuestra conciencia social, es un llamado a la conciencia moral de los chilenos. Un llamado a reflexionar sobre como se resuelven conflictos entre hermanos, entre vecinos, entre seres humanos.
Firmamos esta breve reflexión a título personal, no como representantes de las instituciones a las que pertenecemos.

Tomás Hirsch  y Dario Ergas
8 Julio 2014